El paso del tiempo nos hace perder colágeno en nuestro organismo, siendo la piel un órgano especialmente afectado que se vuelve menos flexible y con signos de envejecimiento más evidentes. Esta inevitable consecuencia de cumplir años preocupa tanto a hombres como mujeres, cada vez más atentos a su estética general, de modo que son frecuentes las consultas de tratamientos que puedan combatir ese proceso para lucir jóvenes. Estadísticamente son cara, abdomen o piernas las zonas con mayor demanda de información y servicios, lo que convierte a otras áreas, como ocurre con los codos, en partes secundarias que no obstante, conviene mimar y tratar para una armonía general.
¿QUÉ LE OCURRE A LOS CODOS?
Los codos son articulaciones que están en constante movimiento y que entre la década de los treinta y cuarenta empiezan a sufrir con más severidad las consecuencias de esa persistente flexión, que se suma al paso del tiempo y los roces producidos por el contacto con la ropa debido al relieve de la zona. Como resultado, la piel padece deshidratación, se vuelve flácida y aparecen las arrugas. En determinados casos incluso se oscurece la piel de estas zonas. Aunque no seamos del todo conscientes los codos son unos grandes chivatos de nuestra edad. Pero que no cunda la alarma, actualmente existen tratamientos muy efectivos, algunos incluso permiten ser combinados con otros procesos para obtener un efecto más completo.
TRATAMIENTOS:
- Bioestimulación con ácido hialurónico: actúa de manera inmediata sobre la flacidez, descamación y rojeces de los tejidos, y mejora las arrugas de los codos porque consigue crear una malla regeneradora bajo la piel, embelleciendo su aspecto. Es un proceso prácticamente indoloro, poco invasivo, y que alcanza resultados desde el primer día. Es igualmente eficaz para atenuar el resto de síntomas propios de esta zona. Si no se perciben depresiones en el área, y el síntoma principal es la deshidratación, la opción más apropiada será ácido hialurónico no reticulado. Si además de esa deshidratación, encontramos bultos o cambios de forma ya sea por el envejecimiento o por pérdidas severas de peso, la mejor opción será ácido hialurónico reticulado.
- Infiltración de hidroxiapatita cálcica (Radiesse): microinyecciones que restituyen el volumen en el área afectada. Utiliza para ello una sustancia protagonista de lograr la mejora del descolgamiento de la zona. Con resultados casi inmediatos, sus efectos pueden durar más de un año. En líneas generales, se aconsejan de una a tres sesiones, administradas cada quince-veinte días.
- Inyecciones intradérmicas de sustancias biológicas (Redensity): busca conseguir la revitalización de la piel (ya sea en grosor, tersura o elasticidad) mediante la restauración de los componentes centrales en la estructura de esta zona (aminoácidos, ácido hialurónico, antioxidantes y vitaminas). Actúa sobre la rugosidad y sequedad de los codos. Según la sintomatología del paciente, serán necesarias de una a tres sesiones cada quince-veinte días. Posteriormente nuestro consejo es mantener los resultados con una sesión de recuerdo puntual.
- Mesoterapia corporal con vitaminas tensoras: microinyecciones de medicamentos en distinta composición (como vitaminas, aminoácidos, oligoelementos o silicio orgánico) que devuelven al cuerpo la nutrición adecuada y la elasticidad que necesita la piel para un rejuvenecimiento completo. Trata con eficacia la grasa local acumulada, la rugosidad, la sequedad o el exceso de volumen. Es un tratamiento seguro que se realiza de manera ambulatoria y sin anestesia. La recomendación general es aplicarla una vez al trimestre.
- Carboxiterapia: infiltraciones de CO2 medicinal en los tejidos subcutáneos que consiguen optimizar la circulación y la textura rugosa, quemar grasa localizada, disimular arrugas o dinamizar el funcionamiento del sistema linfático. Como resultado, los codos mejoran su aspecto porque recobran el brillo y la hidratación, la piel se oxigena y nutre, y se facilita la formación de colágeno y elastina. Son necesarias entre seis y ocho sesiones, distanciadas una vez en semana y se suele notar la mejora de forma casi inmediata.
- Radiofrecuencia (Thermage): Para los pacientes que rehúsan de las microinyecciones, contamos con la opción de rejuvenecer los codos con el empleo de la radiofrecuencia. No requiere infiltraciones y es un procedimiento apto para combatir la flacidez; de aplicación directa ayuda a reducir el exceso de piel que con frecuencia se acumula justo encima de estas articulaciones. Además, la corriente electromagnética incrementa la temperatura de la piel desde el exterior hasta las capas profundas y este proceso estimula la formación de nuevo colágeno haciendo a la vez más efectivo el ya existente. Sólo necesita de una sesión y los resultados empiezan a notarse transcurridas de ocho a doce semanas.
- Ultrasonidos: esta tecnología (de ultrasonidos focalizados) lucha contra la flacidez en los codos logrando llegar hasta las capas más profundas de la dermis, lo que establece un crecimiento gradual del colágeno natural, optimizando en el proceso la textura y el tono de la piel con inmediatez. El resultado son unos codos con un aspecto mucho más liso y su duración se prolonga hasta los tres años.
- Hilos tensores PDO: los hilos de polidioxanona (PDO) son hilos reabsorbibles que el organismo metaboliza por hidrólisis. Los tratamientos con este tipo de hilos, y su empleo en forma de malla, se han transformado en una herramienta eficaz para solucionar la flacidez, pérdida de consistencia y elasticidad o falta de tensión natural incluso en zonas más específicas como son los codos o las rodillas. También ayudan a estimular colágeno o aumentar el grosor de la dermis. Su gran ventaja es que los resultados son visibles de inmediato y que el efecto se prolonga durante un año.
¿PODEMOS CONTRIBUIR A MANTENER EL BUEN ASPECTO DE LOS CODOS?
Existen diferentes medidas que ayudan a que los codos retrasen los signos de envejecimiento:
- Deporte: mantener unos músculos fuertes ayuda a retrasar la aparición de la piel flácida, siempre que sean ejercicios específicos que no dañen las articulaciones. Especialmente convenientes resultan el spinning, el yoga o el pilates, incluso un entrenamiento con pesas.
- Sol: aplicar protector solar también en la zona de los codos. Además, al tomar el sol debemos procurar mantener los brazos estirados lo máximo posible, para evitar que el sol incida más en la articulación y los deje más oscuros que el resto de la piel.
- Alimentación e hidratación: seguir una dieta sana en la que no falte ninguno de los nutrientes esenciales para el cuerpo, con un consumo moderado de grasas, azúcares e hidratos de carbono. Beber también abundante agua.
- Cosmética: hidratar la piel de la zona con cremas propias para los codos y sus características. Realizar una buena exfoliación de esta parte del cuerpo entre una y dos veces a la semana.
Aunque cada vez más es una zona que inquieta a muchos pacientes (sobre todo de cara a la llegada del verano), aún no son demasiadas personas las que consultan sobre un tratamiento específico para codos. Probablemente porque ignoran las nuevas técnicas de tratamientos médicos no invasivos con las que cuenta hoy en día la medicina estética avanzada. Si nuestro objetivo último es lograr una armonía general e integral de nuestro aspecto, no debemos centrarnos únicamente en rostro, abdomen o piernas, sino realizar un cuidado equilibrado de todas las partes de nuestra imagen, lo que incluye los tradicionalmente olvidados como son rodillas, manos o codos.
Nuestro equipo médico realizará siempre una valoración individual de cada persona para saber cuáles son las expectativas del paciente, establecer las posibilidades de su caso y asesorar sobre el mejor tratamiento para cada caso. Llámanos a los teléfonos 954 98 80 53 o escríbenos al número 637 64 52 53 y reserva esa primera consulta gratuita.
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