COMO SOLUCIONAR “VERRUGAS”  O ACROCORDONES

¿QUÉ SON?

Los fibromas blandos o acrocordones (molluscum pendulum o pólipos fibroepiteliales) son crecimientos de piel benignos, excrecencias no cancerígenas e indoloras de la piel y no contagiosas en forma de lesiones cutáneas sobreelevadas lisas o de aspecto irregular (mal denominadas en ocasiones como “verrugas”).  Pueden variar en número de uno a múltiples y suelen medir entre 2 y 5 milímetros de diámetro, aunque excepcionalmente pueden alcanzar de 1 a 5 centímetros de diámetro.

Su aspecto frecuentemente es el de excrecencias o pápulas en la piel, de consistencia blanda de color marrón, de color carne o parduzcas que muchas veces son pediculadas (cuelgan de la piel de un pedículo estrecho) y principalmente localizadas en pliegues.

Es importante que el diagnóstico ante cualquier anomalía de la piel venga dada por un especialista o dermatólogo, en tanto puede confundirse este tipo de lesión con otras similares, como serían los neurofibromas, verrugas seborreicas, nevus dérmicos o fibrofoliculomas, que no exigen ni la misma atención ni el mismo tratamiento.

¿Y en que se diferencian de las verrugas reales? Las llamadas correctamente verrugas  serían aquellas lesiones cutáneas elevadas y en forma de racimo que son originadas por un virus concreto (virus del papiloma humano) y que se diferencian de los acrocordones en que SÍ son contagiosos y con probabilidad de diseminarse por las áreas del alrededor.

Es muy importante que el diagnóstico ante cualquier anomalía de la piel venga dada por un especialista

ZONAS DE APARICIÓN

Pueden darse en cualquier parte del cuerpo, aunque por norma general son más habituales en zonas plegables como es la axila, la ingle o los párpados. Pero también es posible su localización en:

  • El cuello
  • El pecho o área submamaria.
  • La espalda

TIPO DE PACIENTE Y CAUSAS

Tanto hombres como mujeres (aunque más frecuente en ellas), y a cualquier edad, pueden presentarlas, pero existe especial predisposición en los siguientes casos:

  • Mayor de cincuenta años.
  • Personas obesas o con sobrepeso (por la mayor resistencia a la insulina).
  • Cambios hormonales o ciertos embarazos.
  • Diabetes mal controlada.
  • Por razones genéticas.

No tiene relación con el uso de cadenas, collares o determinadas prendas.

Tanto hombres como mujeres, y a cualquier edad, pueden presentarlas

¿POR QUÉ SE EXTIRPAN?

Los acrocordones son asintomáticos y no dolorosos y además no suponen riesgo para la salud del paciente. No obstante, estos tumores suponen para determinadas personas un problema antiestético. También hay que tener en cuenta que en ocasiones puede generar ciertas molestias, irritación e incomodidad, ya sea por roce (especialmente en determinadas zonas más sensibles) o por traumatismo dando lugar incluso a inflamación. Se dan casos de extirpación natural, es decir, caen por sí mismos, debido a un golpe o frotamiento involuntario, incluso leve, que los vuelve rojos y dolorosos, para posteriormente necrotizar y caer.

¿CÓMO NO DEBEN TRATARSE?

Varios puntos importantes a tener en cuenta:

  • Los tratamientos conocidos como “caseros”, especialmente los cáusticos o irritantes, no son aconsejables por el riesgo de infección o quemazón, el posible dolor causado o incluso la posibilidad de dejar cicatriz o marca.
  • No existen tratamientos en farmacia (ni en crema ni líquido) comercializados para un abordaje en casa con garantías.
  • Los tratamientos existentes para otras lesiones cutáneas (como verrugas o moluscos) no se recomiendan ya que erosionan la piel periférica y no consiguen solucionar el problema completamente al mismo tiempo que producen manchas o cicatrices en la piel.

Es un médico especialista o un dermatólogo quien está cualificado para eliminar los pólipos fibroepiteliales de un modo rápido, seguro y limpio, y siempre con instrumentos específicos y esterilizados. Otro dato relevante es que mediante consulta y realización de un proceso adecuado, se podrá contar con una anestesia local.

No existen tratamientos en farmacia comercializados para un abordaje en casa con garantías

¿CÓMO PUEDEN ELIMINARSE?

  • Crioterapia: también denominada criocirugía, consiste en congelar con nitrógeno líquido (gas frío) los fibromas. Los acrocordones se desprenderán a lo largo de los días posteriores. Se aplica sobre la zona afectada solo unos segundos, variando según localización y diámetro de la lesión y de la profundidad recomendada. Solo produce una vaga sensación de quemadura sin llegar a ser doloroso. El postratamiento es cómodo y sólo exige de mantener limpia la zona. Está contraindicado para pacientes con piel fuertemente pigmentada A veces puede generar hinchazón, enrojecimiento o ampollas. Ciertos fibromas puede requerir más de una sesión.
  • Electrocirugía: la cauterización eléctrica es un método económico y rápido que usa un bisturí eléctrico para cortar y quemar los fibromas con inmediatez. Tras limpiar el área afectada, utiliza anestesia local previa para insensibilizar la zona y evitar molestias y dolor. La aguja se aplica en el tumor de la piel, pinchando con una agujita muy fina. Tras retirar las células quemadas (cabe la posibilidad de estudiar una muestra en laboratorio) se coloca gasa sobre zona tratada. Su desventaja es que resulta un tratamiento algo más invasivo y doloroso que los otros descritos y el proceso de curación más largo y molesto y ocasionalmente deja marcas.
  • Cirugía o extirpación quirúrgica: los fibromas de mayor tamaño exigen bisturí e intervención quirúrgica, además de puntos. Para este procedimiento también es necesaria la anestesia local. Es en consulta cuando el médico especialista determina si este sería el método idóneo para eliminar las lesiones de un caso concreto y si existen factores de riesgo que lo desaconseje. Se debe analizar el origen de las lesiones, su crecimiento, los antecedentes médicos y el fibroma en sí (para descartar que se trata de otra cosa). Este tratamiento corta el acrocordón con un escalpelo y utiliza anestesia local (la presión en la zona detiene el sangrado y el antiséptico previene infecciones). Los resultados son inmediatos. Los pequeños acrocordones eliminados mediante extirpación quirúrgica se curan con mucha rapidez sin ninguna cicatriz o apenas perceptible. Los molluscum pendulum de mayor tamaño son algo más complejos y su proceso de curación puede variar.

Existen diferentes tipos de tratamientos para solucionar estas lesiones


En resumen, los fibromas blandos no requieren un tratamiento de por sí ya que no conllevan ninguna preocupación expresa para la salud, pero el paciente opta eliminarlos por su repercusión estética, por mayor comodidad o por cambios secundarios importantes a raíz de un roce problemático.

A diferencia de las verrugas, una vez quitados, es muy raro que resurjan. Si ocurriera un nuevo acrocordón en la misma zona, es probable que se trate de uno nuevo y no la reaparición del mismo.

El equipo médico de CLEVER te atenderá en consulta desde el primer momento dándote esa seguridad y confianza que estás buscando. ¡Cuida tu piel con nosotros!

Solicita tu consulta gratuita en CLEVER, llamando al 954 98 80 53 o 637 64 52 53. Te esperamos en:

C/Juan de la Mata Carriazo, nº 5, en Sevilla

(cerca de la estación de tren y metro de San Bernardo)

 

 

0 Comentarios

Contesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Pide Cita
close slider

He leído y acepto los términos legales y condiciones

Inicia Sesión con tu Usuario y Contraseña

¿Olvidó sus datos?