Con el paso del tiempo, la piel y los músculos del rostro pierden tono, firmeza y elasticidad. Sucede porque el colágeno es una proteína abundante en nuestra piel, y su función es mantener las células elásticas y unidas, pero alrededor de los treinta años esa producción de la sustancia comienza a disminuir y se notan los primeros signos de envejecimiento. Ocurre además de forma paralela un proceso similar con el ácido hialurónico natural presente en nuestro organismo, que es el componente que ayuda a retener el agua y garantizar la firmeza de la piel. A raíz por tanto de la disminución en la concentración de ambas sustancias, y otros factores como genética, exposición prolongada a los rayos solares o estrés, es posible la aparición de arrugas y líneas de expresión, flacidez y peor aspecto del cutis. Para tratar esa alteración existe una técnica quirúrgica llamada lifting facial, o también llamada ritidoplastia o ritidectomía. Este procedimiento permite levantar el área tratada y rejuvenecer de manera completa el rostro, al mismo tiempo que reduce la piel sobrante o flácida.
Con el paso del tiempo aparece la flacidez en el rostro
¿PARA QUE SIRVE?
– Eliminar flaccidez de cuello, papada, frente y del tercio medio facial.
– Contrarrestar los síntomas de la pérdida de elasticidad en la piel del rostro.
– Combatir la pérdida del tono muscular de rostro y cuello.
– Corregir la aparición de pliegues en las comisuras de la boca y base de la nariz.
– Modificar un contorno de la barbilla y cuello difuso.
– Difuminar cicatrices, quemaduras y manchas benignas.
¿PARA QUIÉN ESTÁ INDICADO?
Indicado en pacientes a partir de cuarenta años con señales de flacidez o descolgamiento grave facial o cervical que requieran más definición del borde mandibular, que presenten papada o tengan bandas verticales en el cuello, es decir, para aquellas personas que encajan en las características descritas y que quieren devolver a su rostro una apariencia más joven.
¿CÓMO ES LA PRIMERA CONSULTA?
En la consulta preliminar se lleva a cabo una evaluación del estado de rostro, calidad de la piel y estructuras óseas subyacentes, así como del estado de salud general del paciente. Conforme a cada caso, el equipo médico guiará sobre las distintas opciones quirúrgicas y recomendará una serie de pautas previas a la operación. El examen médico previo es esencial para detectar cualquier posible anomalía que fuera contraproducente.
Es importante que informe sobre sus hábitos y rutina como el consumo de tabaco o medicación, etc. Antes de la cirugía, el especialista se interesará sobre los resultados que espera obtener y le informará sobre las técnicas que utilizará, el tipo de anestesia así como los beneficios y los riesgos que comporta un lifting. Finalmente, tras ese estudio preoperatorio minucioso en el que se discuten las expectativas del paciente y los posibles métodos, se concreta el lifting.
¿CÓMO SE REALIZA EL LIFTING FACIAL?
Los signos de envejecimiento facial suelen ser progresivos. Comienzan en la zona de alrededor de los ojos y van descendiendo pasando por las distintas áreas de la cara hasta alcanzar el cuello. Ello implica que el proceso quirúrgico varíe en función de las zonas que se desean mejorar, poniendo el foco en las regiones más afectadas o el uso o no de técnicas complementarias (por ejemplo: cirugía de párpados, aumento de pómulos).
Fase primera-Anestesia
Las opciones incluyen la anestesia local, sedación intravenosa o la anestesia general. El cirujano recomendará la mejor opción. La duración de la operación oscila de 2 a 4 horas; esta duración relativa depende de la zona que quiera mejorar el paciente y del resto de factores que contribuyen a determinar su complejidad.
Fase segunda- Recolocación
La técnica consiste en recolocar los tejidos musculares, piel y grasa, retirando el tejido sobrante mediante una incisión que comienza en la zona de las sienes (por el cuero cabelludo), se prolonga al interior de las líneas naturales que existen en la oreja y avanza alrededor del lóbulo, detrás de la oreja y del pelo. Además de la piel, el proceso de una ritidectomia se centraliza sobre las estructuras musculares, óseas y grasas de la cara.
El proceso se compone de varios pasos
Paso 3 – Incisiones
Las cicatrices se posicionan en distintas áreas dependiendo del tipo de lifting. No obstante, siempre se disimulan en zonas estratégicas como el pliegue de detrás de la oreja, contornos naturales de la cara o debajo del pelo, por lo que son difícilmente visibles. Finalizada la cirugía, las heridas se suturan dejando unos pequeños tubos bajo la piel para que no se acumule ningún fluido o sangre. Cuando el cuello necesita una atención especial, se precisa realizar una incisión justo debajo del mentón.
Paso 4 –Vendaje y suturas
Tras la intervención se procede a colocar un vendaje ligero y tubos de drenaje tras las orejas que reduzcan la inflamación y disminuyan la posibilidad de formación de hematomas. El vendaje se retira como máximo a los 5 días al igual que los puntos. Los tubos de drenaje se quitan con el alta del paciente, a los 7 o 10 días aproximadamente; las suturas de los párpados, a los 4-5 días; las de la cara y cabeza, a los 7-8 días.
¿CÓMO ES LA FASE POSTOPERATORIA?
Después de una cirugía es necesario un tiempo de reposo, con una media de diez días. El postoperatorio no acostumbra a ser doloroso pero es natural que el paciente sienta ciertos dolores o hinchazón, extensible hasta las dos semanas. En ese periodo el equipo médico recetará medicamentos para controlar ambos síntomas y los medicamentos que debe tomar por vía oral para ayudar a la curación y reducir la posibilidad de infección; se le darán asimismo instrucciones específicas que pueden incluir como cuidar las incisiones o cuando hacer una visita de seguimiento con el cirujano plástico. Si ha existido anestesia general lo más aconsejable es permanecer durante la noche en la clínica para vigilar los efectos.
La recuperación es variable dependiendo de cada paciente pero hay que tener especial cuidado en la primera semana o hasta que se quitan los puntos. El reposo moderado debe prolongarse durante unas semanas más con una incorporación progresiva a las actividades habituales sin ejercicios excesivos o violentos. Hay que evitar la exposición solar o rayos uva tres meses, así como procesos químicos en cuero cabelludo hasta pasado un mes.
Como cualquier intervención quirúrgica, pueden aparecer hematomas, infección o reacciones anómalas a la anestesia. La aparición de esos cardenales, la sensación de quemazón o piel “acolchada” o con tirantez pueden ocurrir y no es señal de alarma; son pasajeros y se pasan de manera espontánea. En cuanto a riesgos específicos, son poco frecuentes. Pueden darse lesiones de las estructuras profundas o de los nervios que controlan el movimiento de los músculos de la cara.
¿CÓMO SON LOS RESULTADOS?
Debido a la inflamación habitual en los primeros tres meses, el resultado empieza a apreciarse desde ese tercer mes, siendo definitivo al año, cuando el tejido muscular y la piel han madurado completamente. La acción quirúrgica del lifting crea un proceso de cicatrización que actúa como freno ante la gravedad y retarda el efecto de descolgamiento pero para mantener los resultados es esencial el uso de tratamientos médicos y cosméticos complementarios y constantes. Aunque duraderos, unos resultados naturales precisan en determinados casos de un nuevo retoque tras varios años, en el caso de que hubieran aparecido nuevos pliegues y arrugas.
El rostro es nuestra carta de presentación, una de las primeras cosas que las personas observan al conocernos. Por esta razón es normal que incida en la autoestima una cara con apariencia cansada o envejecida y que cuidarnos sea un paso importante para garantizar el bienestar. Invertir en tratamientos de belleza hace bien a la salud del cuerpo y la mente, contribuyendo al final en conjunto a nuestra calidad de vida
El objetivo del lifting facial o ritidectomía es obtener una cara rejuvenecida, manteniendo la expresión y la identidad. Además, los nuevos avances logran un resultado muy natural y contribuyen de manera increíble a renovar la confianza y lucir una apariencia mucho más juvenil y descansada. Trata las estructuras más profundas de los tejidos faciales y del cuello, y extirpa las áreas seleccionadas de grasa. Puede realizarse de forma aislada o como complemento a otros tratamientos o intervenciones, como la cirugía de párpados (blefaroplastia) o la cirugía de mentón o barbilla (mentoplastia).
El objetivo del lifting facial es obtener una cara rejuvenecida, manteniendo la expresión y la identidad
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Y otro tipo de lifting muy demandado actualmente:
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