Nos encontramos, especialmente en primeras consultas, pacientes inseguros y con diversos temores que tienen miedo de someterse a una cirugía con sólo planteárselo. Independientemente de si el motivo es una enfermedad como si son razones estéticas, las alarmas y el recelo aparecen. Por norma general, esa angustia y ansiedad ocurren debido a la falta de información correcta, o a una cobertura distorsionada y enfatizada en los medios de comunicación de casos que salieron mal o con complicaciones.
No obstante esta desconfianza es natural, siendo lo importante buscar conocimiento experimentado y profesional para resolver las dudas y solicitar ampliar los datos sobre el tema. En este blog daremos toda la información y los puntos clave sobre ese tipo de temores y lo que necesitas para dejarlos atrás.
¿PORQUÉ ES NORMAL TENER MIEDO ANTE UNA CIRUGÍA?
Es común que las personas sientan miedo ante lo desconocido, y eso incluye la cirugía plástica. El paciente precisa entender los riesgos existentes que pueden representar la operación, así como aclarar las dudas o romper falsos mitos. Esto último es también fundamental para alcanzar el objetivo de hacer sentir segura a la persona, y con confianza ante la decisión tomada. El componente psicológico es un pilar para el proceso postoperatorio y ayudará a la recuperación.
Es trabajo del equipo médico explicar todo el procedimiento quirúrgico completo, desde la etapa preparatoria, hasta la propia intervención y el día de ingreso, o el periodo de restablecimiento. Por ello, debe escoger un cirujano con acreditada experiencia y cualificación, además de una clínica con garantías.
Es cierto que no todas las personas experimentan el mismo nivel de inquietud antes de una cirugía. Ese miedo al quirófano oscila desde una ligera preocupación, propia y normal en los días previos a la fecha de la intervención, a una auténtica parálisis.
¿CÓMO SUPERAR LOS TEMORES?
Te mostraremos pautas cruciales para logar romper esa barrera de tus temores que te permitan realizarte una intervención quirúrgica con seguridad y sin problemas.
- Comprende las causas de tu miedo
Si no has podido superar el miedo, un psicólogo podrá orientarte con este problema. Te ayudará a descubrir tus sensaciones sobre la hospitalización y el procedimiento al que debes someterte, y las razones reales. Por lo tanto, encontrarás respuestas a tus preguntas y una manera para superar tu miedo y tomarte la cirugía con calma.
Asimismo, hoy en día existen numerosas técnicas de fácil disposición para combatir la ansiedad: mindfulness, meditación, yoga, etc.
- Conversa con otras personas
Además de hablar con el cirujano o psicólogo, puedes recibir esa información de otras personas que ya han pasado por la misma situación. Te hablarán de sus sentimientos, de sus recelos, de los detalles del procedimiento, e incluso podrás recibir de ellos valiosos consejos o recomendaciones de los profesionales adecuados. Si no conocieras a nadie que se haya realizado la operación, puedes consultar en redes sociales o foros que aborden el tema. Allí encontrarás personas compartiendo sus experiencias y abordando cuestiones relacionadas con la intervención.
- Pregunta cualquier clase de duda
No se debe fingir tranquilidad, ni pecar de prudencia para no molestar a los profesionales. Se deben verbalizar los miedos y las dudas, sin que existan preguntas pequeñas o sin importancia. Una de las mejores terapias para reducir el nivel de ansiedad ante una operación es hablar con confianza con el equipo médico. Un cirujano experimentado sabrá construir un entorno seguro donde el paciente pueda expresar sus inseguridades.
Y recuerda: el especialista deberá facilitarte siempre el consentimiento informado, donde aparece toda la información relevante respecto a la operación y sus posibles riesgos.
- Ve los posibles resultados de la cirugía
Gracias a internet, ahora es posible tener acceso a fotos y casos reales y concretos sobre cualquier clase de cirugía estética o reparadora, siempre con la precaución de consultar webs, clínicas o instituciones acreditadas que ofrezcan información verdadera. Ten mucho cuidado en filtrar el contenido para no consumir datos falsos que aumenten tu miedo. También es posible pedir esos “antes y después” en la propia clínica donde recibas tu diagnóstico personalizado. Otro recurso muy útil es consultar las reseñas de las clínicas especializadas donde podrás ver con certeza las opiniones, garantías y servicios reales que se ofrecen.
- Ponte en manos de un especialista
Es importante indagar y reclamar, si fuera necesario, la documentación e información relativa a la formación, experiencia y trayectoria del cirujano que efectúa la intervención, así como de todo el equipo médico que lo respaldará en quirófano (con especial atención al anestesista). La pertenencia a la SECPRE (la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) es una de las garantías más relevantes.
También hay que informarse sobre el lugar donde se desarrollará la intervención, que debe contar con licencia para cirugía, quirófano reglado, y dotación de todos los medios materiales y humanos susceptibles de ser utilizados en algún momento.
- Conoce el tipo de anestesia que será empleada
El tema de la anestesia concentra una gran proporción del miedo ante un quirófano. Entender su funcionamiento, riesgos y métodos usados será relevante para tu decisión. En el caso de la cirugía plástica, generalmente se aplicarán dos posibles tipos:
- Anestesia general: bloquea el cuerpo entero, paralizando músculos, e induciendo a una inconsciencia temporal de la persona. Es la apropiada para cirugías largas o de gran envergadura o complicación.
- Anestesia local: bloquea sólo una determinada zona del cuerpo. Indicada para las cirugías más simples y el paciente no es intubado.
Y no olvides: las técnicas y la tecnología para llevar a cabo este tipo de intervenciones han avanzado muchísimo en las últimas décadas. Y eso repercute positivamente en inversión en innovación y constantes mejoras.
- Evalúa si la cirugía es importante para ti
Analice cuánto interfiere el problema en su cuerpo y en su calidad de vida y autoestima. Eso sí, no debes sentir ningún tipo de presión e influencia por parte ni de terceros ni de los medios audiovisuales ni de la sociedad. De la misma forma que, si quieres dar el paso, debes poder apoyarte emocionalmente en aquellas personas importantes en tu entorno.
Tener miedo es normal, incluso necesario, pero el problema radica en cuando perdemos el control del mismo, lo que hace que pierda su función primordial de protección y nos impida tomar decisiones importantes para mejorar nuestra vida o día a día.
Si te sientes identificado, no te preocupes. Porque vamos a ayudarte a que te relajes y comprendas que es una reacción que puede superarse. Date la oportunidad de sentirte feliz con tu cuerpo. El equipo CLEVER te acompañará desde el primer momento, y estará ahí para escucharte y detallarte todo lo que necesites saber.
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