Cuando el ejercicio físico y una dieta equilibrada no son suficientes para tonificar el abdomen, una abdominoplastia puede convertirse en la mejor solución. Esta intervención resuelve el exceso de piel y la grasa localizada, y también reposiciona los tejidos.
En relación a este proceso quirúrgico, una de las mayores preocupaciones o consultas son relativas a la apariencia del ombligo tras la operación. Existen rumores erróneos y extendidos sobre este tema; sin embargo un cirujano capacitado y acreditado es la mejor garantía para unos resultados satisfactorios en tanto la técnica respecto a la zona se convierte en un factor fundamental.
Por tanto, el ombligo es un elemento definitivo en el aspecto general de un abdomen ¿Qué influye en la apariencia de un ombligo bonito?
- Una buena posición (centrado en la línea media y algo más bajo de la mitad del abdomen porque ambas cosas estilizan la silueta).
- Unas dimensiones y forma atractiva.
- Retraído y no salido.
- Que se muestre tenso y firme, sin laxitud de los músculos subyacentes.
- La presencia o no de un capuchón, o pliegue superior.
¿Porque algunos ombligos se ven extraños tras una abdominoplastia?
Una cicatriz realizada alrededor del ombligo es uno de los mayores miedos de quien decide someterse a este tipo de operación. Es común ver ombligos de aspecto poco natural, artificiosos o acompañados de cicatrices alargadas y poco estéticas. Y es que un ombligo natural y bonito no es una cuestión de suerte sino de un trabajo minucioso y profesional.
Es cierto que existen factores que pueden dificultar el resultado, como una tendencia genética a una mala cicatrización, o enfermedades relacionadas, pero un factor primordial es la técnica de umbilicoplastia utilizada.
Para que la intervención tenga éxito es importante que:
- El cirujano domine la técnica correcta (técnicas de onfaloplastia o plastia umbilical).
- Experiencia en el área concreta.
- Atención minuciosa a los detalles a la hora de remodelar el ombligo.
- Un postoperatorio cuidadoso.
- Respetar las características anatómicas del paciente.
El proceso:
Por norma general, al componer el ombligo en una abdominoplastia, se suele respetar la posición original, haciendo medidas de su altura previa y fijándolo para no distorsionarlo. No obstante, en ocasiones se presenta tan caído, elongado o deformado por otras cirugías o trauma previo que se opta por modificarlo, y es en ese momento en donde se actúa en relación a las proporciones ideales.
En resumen, la abdominoplastia es una intervención de muchos detalles minuciosos:
- Quitar la piel y grasa excedentes.
- Tensar los músculos.
- Posicionar correctamente la cicatriz.
- Esculpir el abdomen (vinculado con una liposucción si el caso lo requiere).
- Fijar bien el ombligo para que luzca en la altura adecuada.
- Eliminar la grasa de alrededor.
Todos ellos detalles que marcan la diferencia.
Llevar a cabo una umbilicoplastia con éxito exige dedicación y paciencia por parte del equipo médico de cirugía. Por ello, cuando optemos finalmente por realizarnos una abdominoplastia es imprescindible confiar en una clínica de cirugía estética que tenga demostrada y amplia experiencia en este tipo de procedimiento.
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