La FRONTOPLASTIA, cirugía clave de reducción de frente en un proceso de feminización facial

¿Por qué puede decidir un paciente que quiere reducir el ancho de su frente?

– Obtener un rostro más ovalado, forma perfecta según el canon de belleza.

– Tener una línea frontal y crecimiento del cabello más armonioso y natural con respecto al tercio inferior (distancia simétrica).

– Por buscar la feminización facial, proceso que contempla varios tipos de intervenciones quirúrgicas, tanto para hombres como mujeres, que buscan afinar y armonizar sus facciones de acuerdo a su fisonomía y cuyo resultado son unos rasgos más afinados y una expresión dulcificada.

El objetivo principal de la frontoplastia es conseguir por lo tanto que la estructura ósea prominente se suavice quedando equilibrada con el resto de rasgos faciales. Después de esta operación, la frente pierde presencia y devuelve a primer plano los ojos, acentuándose la mirada. La frente por tanto deja de ser un condicionante en la estética en relación al peinado, el maquillaje o el estilo general de una persona.

Dos tipos de cirugía según la estructura de los huesos:

  • Frente plana y hundida: el proceso incluye la colocación de una prótesis especial, diseñada para el paciente, que permite recuperar la falta de volumen en el tercio superior del rostro con un resultado natural.
  • Frente ancha con hipertrofia: se reduce el tamaño y cambia la estética que ya no incluye una expresión agresiva o malhumorada.

Nuestra cirujana la Dra. Graña con el marcaje imprescindible antes de la intervención

No obstante, la forma no es lo único que hace que una frente destaque en un rostro. Los cirujanos expertos en frontoplastia, lo determinan midiendo la distancia entre la superficie del ojo y la parte más prominente de la frente (la altura vertical), distancia que en el caso de las mujeres suele rondar los ocho milímetros, mientras que para los hombres suele ser mayor. Además ellas presentan frente plana o sin apenas convexidad sin que sobresalga del arco supraorbitario.

Por ello, en determinadas ocasiones, lo que origina una apariencia de frente grande y ancha es la ubicación de la línea del pelo que está predispuesta en una posición muy elevada.

La técnica de modificación de la línea capilar presenta la ventaja de ser poco invasiva y reduce notablemente la frente con este cambio, siendo el resultado inmediato y un postoperatorio que con los cuidados necesarios se puede conseguir que sea moderado en cuanto a las molestias.

 Postoperatorio:

Este tipo de intervención el paciente sólo presentará molestias locales que pueden tratarse con analgésicos habituales conforme a las indicaciones de la doctora. Durante unos días la zona permanece insensible desapareciendo esta sensación progresivamente durante las siguientes semanas. En algunos casos, debido a la inflamación, la posición de las cejas puede parecer demasiado alta al principio, pero poco a poco se colocan en su ubicación definitiva. Las incisiones y posterior cicatriz son mínimas y quedan escondidas justo detrás de la línea del pelo. Podrás retornar a tus actividades habituales una semana después de la cirugía aunque es recomendable esperar dos semanas más antes de realizar trabajos pesados o ejercicio físico.

Recomendaciones:

  • Dormir con la cabeza elevada durante los primeros días puede favorecer el proceso de recuperación.
  • Aplicar hielo ayuda a disminuir la inflamación.
  • No maquillarse ni usar químicos en la zona intervenida durante los primeros días.

En resumen, existen una serie de procedimientos destinados a cambiar el aspecto del rostro de un paciente para que sea reconocido con un patrón femenino, de acuerdo a los estándares de la sociedad.

Por ello, está cirugía como hemos indicado en el proceso de feminización también está indicada en aquellas personas que se hayan sometido a un cambio de género a nivel corporal y hormonal. Esta intervención acompañará al resto de cambios realizados otorgando mayor armonía al conjunto y realzando los rasgos femeninos.

Por último recordar que la frontoplastia puede combinarse con otras intervenciones y que no siempre debe estar relacionado con un proceso de feminización:

  • Mentoplastia
  • Rinoplastia
  • Cirugía de la nuez de Adán
  • Aumento de pómulos

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